SHEIN lanza “Atrévete con estilo” con embajadoras que rompen estereotipos.

SHEIN arranca el 2025 con una campaña que es todo un statement: “Atrévete con estilo”. La plataforma más popular de moda del momento presenta a sus nuevas embajadoras, tres mujeres con estilos, cuerpos y caminos de vida completamente diferentes, que se unen para demostrar que la moda no tiene una sola forma, ni una sola talla, ni una sola historia.

Karime Pindter, Priscila Arias y Ana Laura González son las protagonistas de esta campaña que grita autenticidad, inclusión y libertad. Cada una con su propio estilo, pero unidas por una misma idea: vestirse debe ser una forma de expresarse, no de encajar.

Karime, conocida por su estilo urbano, atrevido y lleno de actitud, conecta con las marcas Musera y Missguided. Dos propuestas que le permiten combinar siluetas versátiles y sin reglas, reflejando su esencia auténtica y sin filtros. Para ella, la moda es un espacio de juego donde no hay límites, solo posibilidades.

Priscila Arias, “La Fatshionista”, lleva años rompiendo estereotipos con looks poderosos, sexys y llenos de seguridad. En BAE e ICON Curve encontró dos marcas que celebran las curvas con fuerza y personalidad. Prendas que empoderan, que abrazan el cuerpo real y que le permiten decir, con cada outfit, que la belleza viene en todos los tamaños.

Ana Laura González, surfista profesional, representa la energía activa y el movimiento constante. Por eso, su estilo se alinea con Maija y Athiral, dos marcas que fusionan comodidad, frescura y un toque de moda sin esfuerzo. Para ella, la ropa es una aliada en cada faceta de su vida, desde el deporte hasta los días chill.

Con esta campaña, SHEIN no solo suma rostros nuevos, también lanza un mensaje poderoso: su universo de marcas es tan diverso como sus usuarias. Aquí no hay moldes, solo inspiración para cada estilo de vida. Porque en SHEIN, la moda no encasilla, abre caminos.

Una moda sin etiquetas. Una moda que te representa. Una moda que, como tú, no se define por una sola cosa. SHEIN lo deja claro: atreverse nunca fue tan fácil, ni se vio tan bien.